DESARROLLO AFECTIVO-SEXUAL EN LA INFANCIA
Durante siglos la infancia ha sido considerada como
un periodo de descubrimiento sexual en la vida. Por tanto tiene una gran
importancia la formación del individuo como ser sexuado, Debemos reconocer
al niño y la niña en relación consigo
mismo y con otros, para que construyan una identidad sexual propia. La
sexualidad infantiles una de las puertas por cual el niño y la niña desarrollan
su personalidad y sus relaciones con la afectividad.
En el desarrollo sexual infantil no solamente
cuentan los aspectos biológicos con los que nace una persona sino que también
influyen unos determinantes externos y cambiantes en el tiempo. El desarrollo
sexual es consecuencia de la interacción del sujeto, su medio sociocultural y
las experiencias que va viviendo.
Ya en el embarazo se inicia el desarrollo
psicosexual, durante la gestación se produce la diferenciación sexual,
diferenciación genética (XX, XY), diferenciación gonadal (testículos u ovarios)
y diferenciación genital (pene o vulva).
Al nacer, los infantes tienen un patrón de conducta
sexual poco diferenciado. Con excepción de los órganos genitales, distintos
para cada sexo, el comportamiento motor y sensorial es semejante en el niño y
la niña.
Los órganos sexuales están pocos desarrollados, la
cantidad de hormonas sexuales en sangre es muy pequeña y las sensaciones de
placer no han adquirido aún significados específicos.
En los dos primeros años de vida el desarrollo
corporal y sensitivo de una criatura es extraordinario. Durante la primera
infancia los niños y las niñas presentan una gran capacidad de aprendizaje, que
se va adquiriendo mediante juegos y actividades por conductas de imitación o
exploración… En el primer año de vida, la mayoría de niños descubre el placer
de la auto estimulación genital.
En los primeros años de vida se produce la
identificación sexual y se empieza a adquirir un rol de género. A partir de los
dos años van autodenominándose como niño o niña y entre los dos y tres años se
clasifican adecuadamente, de los dos a los seis y siete años no tienen unos
cambios fisiológicos significativos, sin embargo ya tienen bien adquirido la
identidad sexual y roles de género.
De esta forma van adquiriendo la identidad sexual y
de género, desconocen que su asignación sexual será permanente y su dependencia
biológica y social.
Los niños sienten gran curiosidad por el cuerpo
(propio o de alguien cercano), explorándolo de formas diversas (comparando,
tocando, incluso con actitudes de carácter masturbatorio) y realizando
preguntas de carácter sexual sin sentirse avergonzaos. Buscan continuamente
información sexual sin sentirse avergonzados. Buscan continuamente información
sexual y una mayor comprensión sobre la naturaleza de la vida sexual.
La sociedad de manera tradicional, ha dispuesto
restricciones sobre la sexualidad infantil, existe una tendencia a evitar los
estímulos sexuales, a inhibir los impulsos sexuales a prohibir el juego erótico
y prohibir la estimulación sexual.
Aquí es donde entra en juego los adultos de
alrededor que se encargan de su educación. La actitud prestada por los adultos
según el sexo del infante es un gran hándicap, influyendo en las expectativas d
su crecimiento.
Las relaciones afectivas con los progenitores se
convierten en un elemento fundamental en el aprendizaje social. Además
contribuirán en la elaboración del concepto de sexo y sexualidad. A través
de sus experiencias y de la información
obtenida de su entorno los niños y niñas irán elaborando su propio concepto de
sexualidad.
A continuación, dejamos dos vídeos muy interesantes que tratan sobre el afecto y la sexualidad en la infancia.
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